miércoles, 15 de septiembre de 2010

Entrevista a Rachelle Lefevre por Montereal Gazette

Estamos sentados en un típico café en Little Italy, el suelo de cemento ampliando el ruido de la máquina de capuccinos y ancianos hablando en una mesa del fondo, cuando un joven se acerca y dice que cree conocer a Rachelle Lefevre.

La actriz nacida en Montreal y conocida en Hollywood, lo lleva bien, incluso cuando él se sienta en nuestra mesa sin ser invitado: es amable y agradable, preguntándole si se han conocido antes. No lo han hecho.

Lo obvio no es dicho: probablemente la reconoce de “Crespúsculo“, la mundialmente conocida franquicia de películas sobre vampiros, en la cual Rachelle interpretó a la malvada Victoria en las primeras dos película de las tres que son. Bienvenidos a la parte baja de la celebridad en su forma más benigna, una pequeña intrusión en su vida diaria.

Lefevre, de 31 años, estuvo en la ciudad este año para el Eyes Wide Open, un extravagante baile de máscaras para beneficiar al Museo de Bellas Artes de Montreal. Accedió a hacer de modelo para nosotros y hablar sobre la fama, las películas y la moda.

Pero realmente ella no es tan famosa, en particular por los estándares en Los Ángeles, a dónde se mudó desde California seis años atrás. Y hay una diferencia entre la fama y la celebridad, en donde eres conocido simplemente por quien eres. Lo que realmente le molesta es ser tergiversada, mal citada y ser perseguida por las cámaras.

“No me gusta ser fotografíada en mi vida diaria, pero es una realidad. Mantén tu distancia y date a conocer”, dice sobre los paparazzi.

Pero los frenéticos fans adolescentes y la notoriedad de “Crepúsculo” ahora están tras Lefevre.

Está envuelta en tres proyectos cinematográficos y que rodará pronto: el drama político “Casino Jack“, con Kevin Spacey; un thriller psicológico llamado “The Caller“, con Steven Moyer; y más cercano a casa, “Barney’s Version“, la cual tuvo su premiere en el Festival de Cine de Venice el Viernes y fue proyectado en el Festival de Cine Internacional de Toronto, el Domingo, basado en la novela de Mordecai Richler y con un impresionante elenco que incluye a Paul Giamatti como Barney Panofsky.

Richel y su Montreal hablan a Lefevre. Es, después de todo, parte de su propia historia. Es verdaderamente de Montreal, habiendo vivido por toda la región: en Notre Dame de Grâce, Nun’s Island, Rosemère, Snowdon, Downton, Côte St.Luc y Town of Mount Royal.

Y para respetar el patrimonio francés de su padre, así como hacer a sus abuelos judíos felices, la llamaron Rachelle, que funciona en ambas culturas.

En “Barney’s Version”, Lefevre da vida a Clara, la atribulada y primera Señora Panofsky. Todo sobre el papel es un muy emocionante para ella: primero, que ella sea de Montreal, que es una rica historia de Richler en la tradición de esta ciudad, que está producida por Robert Lantos, con quien trabajó en “Fugitifve Pieces” y que el personaje que interpreta es frágil y perturbada.

“No podría estar dañada hasta el punto de ser indeseable”, dice Lefevre“, añadiendo que el personaje “hace todo para ocultar su fragilidad, así que es indignante y extrovertida”.

“Se convierte en la mayor presencia de la habitación, así que no puedes evitar ser atraído hacia ella”.

Lefevre no se pronunciará sobre la inestabilidad mental de Clara: “Soy reticente a diagnosticarla, porque Mondecai nunca lo hizo”. Y el elenco: Rosamund Pike, Minnie Driver y Dustin Hoffman también están en la lista: “Simplemente no puedo creer que mi nombre esté junto al de ellos”.

El personaje de Barney, dice, es un misántropo adorable rodeado de artistas impulsando el desarrollo en Roma – el primer libro tiene lugar en París- “Y quiere de mala manera ser uno de ellos, pero no lo es. Es un Judío sensible de Montreal que es un hombre de negocios”.

“Lo que me encanta de Montreal – las escaleras- simplemente no ves eso en ningún otro lado, y toda la cultura francesa, St. Urbain y St Denis. Era mágico el ver que la manera en la que escribió sobre Montreal en aquel momento, era aún el Montreal en el que yo vivía. Para mí, tenía un real sentido de la historia”.

Lefevre es una fashionista probada y verdadera, revolviendo bastidores para la sesión fotográfica de moda con el ojo de una profesional y posando para las cámaras como tal.

Sin embargo, admite que tiene una personalidad dividida con California. En un montaje y entrevista en Little Italy, llevó una camiseta gris y unos pantalones vaqueros; en casa, dice, su uniforme es una camiseta blanda y unos vaqueros.

“No me gustarían tanto mis vaqueros si no me los quitase ahora y después”, dice.

Y no le gustaría estar maquillada todo el tiempo. Eso implica algunos nombres muy finos en la moda, incluyendo a Stella McCartney, de quien dice tener que comprar una pieza: “Estoy obsesionada con los 80 y ella también”. También, Bottega Venetta, el cual “siempre se ve impecable”; caprichoso, Louis Vuitton; y su otra obsesión, el hard-edge de Balmain cuando se siente nerviosa y valiente.

“Algunas veces, como toda mujer, me gusta sentirme guapa y sofisticada”, dice.

Aparte de su ojo para el estilismo y su habilidad para posar – golpea en esa clásicas poses de la moda con los hombros contraídos, sus ojos muy abiertos y mirando a la lejanía, rostro compuesto – con la facilidad de cualquier modelo profesional, Lefevre dice que siente que no es buena cuando le sacan una fotografía.

“Me encanta la moda, y también las sesiones fotográficas, con la peluquería y el maquillaje, la diversión del vestuario y su parte glamurosa – es un trabajo realmente divertido”.

“Pero hay algo sobre estar quito o estar en un ambiente contenido, cuando es simplemente tú y la cámara. Me hace muy consciente de mí misma”.

“Cuando estoy ante una cámara de rodaje, estoy pensando en millón de cosas, pensando sobre el otro actor, la escena, estoy viviendo una vida”.


Traducción: EdwardyBella
Fuente:
MontrealGazette vía Twilightish

Diario Twilight

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