Pese a que uno de los símbolos más caracteristicos de la Navidad es Santa Claus, Ashley Greene tiembla cada vez que lo ve.
Y es que cuando apenas tenía tres años, una salida de compras navideñas con su madre le provocó una fobia que aún perdura.
En un momento de descuido, su madre la perdió de vista. La gran sorpresa llegó al ver dónde se encontraba: sentada en el regazo de un extraño.
La actriz de Crepúsculo contó a Showbiz Spy:
"Me ve y estoy en el regazo de este mendigo, que era regordete y con barba. Y yo en plan: 'Quiero un pony, quiero un unicornio'".Con semejante advertencia, parece lógico que la joven perdiera inmediatamente cualquier simpatía por dicho personaje.
"Yo tenía como tres años, así que por supuesto mi madre me tuvo que advertir sobre los extraños y lo peligrosos que son. Me dijo: 'Si alguna vez te sientas en el regazo de Santa, no volverás a ver a tu mamá nunca más'".
"Después de aquello yo pensé: 'Mmm, Santa no es tan genial'".
Gracias a Feminis
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